Los implantes deben ser colocados cuando existe ausencia de pieza dental, ya sea por una enfermedad periodontal, caries o traumatismo.
Es muy importante la rápida colocación de un implante en caso de pérdida de un diente. Si se deja el espacio vacío del diente perdido, este puede producir daños en la encía al masticar alimentos. Además, provocará que se mastique de forma no natural generando mayor desgaste en las otras piezas dentales. Esto, unido a que los dientes tienden a moverse para cerrar el hueco, aumenta el riesgo de caries, sarro y pérdida de los otros dientes.
La pérdida de una pieza dentaria suele ir seguida de la pérdida de hueso en el maxilar. Por lo tanto, posponer la colocación de un implante solamente llevará a una mayor complicación en la cirugía, puesto que el estado del hueso y los dientes se encontrarán en peores condiciones.
¿Cuándo no es aconsejable un implante?
Por lo general cualquier paciente es candidato a implantes dentales. Antes de cualquier cirugía se deben abordar algunos aspectos de la salud oral y general del paciente así como sus hábitos y calidad del hueso maxilofacial. Así que si te falta algún diente o sufres algún tipo de patología bucal que pone en riesgo tu dentadura, ponte en manos de un especialista dental para que te asesore adecuadamente.
Un implante se suele desaconsejar en:
- Pacientes muy fumadores.
- Personas con diabetes severa.
- Personas con enfermedad periodontal severa.
- También se descarta el implante en niños que aún no hayan terminado el proceso de crecimiento, personas muy mayores o pacientes que consuman algún tipo de medicamentos.
En Clínica Dental Sonríe, contamos con los mejores especialistas en el área de implantes.
